Federer y Nadal, a un paso de su tercera final consecutiva en Wimbledon
El mejor Rafael Nadal en hierba, como ya demostró ante un público boquiabierto frente a Andy Murray, se medirá este viernes en las semifinales al alemán Rainer Schuettler, un imprevisto rival, mientras que el número 1, Roger Federer, sigue sin mostrar debilidades en su búsqueda del sexto título consecutivo ante el ruso más inestable del circuito, Marat Safin.
Cada vez queda menos para despejar el gran interrogante que ha marcado esta edición en el All England Club: ¿Es éste el año de Nadal?.
Finalista en las dos últimas ediciones en esta competición, Nadal persigue la estela de Manolo Santana, el único español en el cuadro masculino que ha logrado proclamarse campeón de este Grand Slam en 1966.
El otro gran favorito, Federer, ha demostrado a los que vaticinaban su declive que está en mejor forma que nunca. Por lo pronto, no ha cedido un solo set en lo que va de torneo -por uno de Nadal ante Gulbis-. Y en su palmarés figuran la friolera de 55 títulos en categoría masculina.
El primer favorito busca superar lo que consiguió el sueco Bjorn Borg si vence, este año, el que sería su sexto Wimbledon consecutivo.
Tendrá que pasar por encima de Marat Safin, un ex número 1 y un jugador conocido por sus altibajos en la cancha, a menudo en momentos cruciales. El balance en los duelos librados entre los dos favorecen al suizo, con 8 victorias por 2 derrotas. La última vez que el moscovita tuvo la última palabra fue en el Abierto de Australia, en el 2005 en un partido que se fue a las 4 horas y 28 minutos.
En papel, las apuestas favorecen al suizo. Para ganar a Federer, Safin tiene claro lo que hay que hacer: “Necesitas ser Nadal y correr por toda la pista como un conejo y no parar de encadenar bolas ganadoras”, anunció.
Sin confianzas
Nadal, por su parte, se prepara con su tío y entrenador, Toni, para el penúltimo peldaño. Acepta con humildad los elogios y en ningún momento se permite adelantar acontecimientos. Cuando la prensa le pregunta si se ve ya en la final frente a Roger Federer, él sacude la cabeza y recuerda que todavía tiene que ganar un partido más.
El número dos ha elevado su juego a otra dimensión y el Nadal que pone en apuros a los rivales en el césped de Wimbledon puede ya equipararse al otro, al que nadie se atreve a toser en tierra y que lleva cuatro títulos consecutivos en Roland Garros.
El zurdo de Manacor, que zanjó una sequía de trofeos que duraba 36 años para el tenis español en un torneo de hierba -al proclamarse campeón en Queen's- tuvo que esperar hasta hoy para conocer a su próximo oponente en las semifinales.
El miércoles disputó un duelo impecable en la Central, una pista que quedó abrumada ante la raqueta del segundo favorito que aniquiló de un plumazo el sueño de todo un país al imponerse a Andy Murray.
Murray, apocado, no ha podido más que admitir el abismo cualitativo que marcó las visibles distancias que separan a ambos y definieron el encuentro. Evidencias difíciles de rebatir. El “mejor partido probablemente” disputado en Wimbledon por Nadal, esto dicho por el propio jugador, hará temblar a Schuettler.
No sólo por la diferencia de edad (el germano tiene 32 años; Nadal, 22). Están otros factores como los distintos palmarés que exhiben ambos. Frente a los 4 títulos del germano en individuales, el español suma 28.
Desgaste físico
Sin olvidar, tampoco, el desgaste al que se sometió Schuettler en las más de 5 horas de partido de cuartos de final, un encuentro que, además de interminable (equiparó al segundo más largo de la historia de Wimbledon, un choque entre Pancho González y Charlie Pasarell en 1969), empezó el miércoles y fue interrumpido por la lluvia en un par de ocasiones.
Antes del alemán y en el año en que Rafael Nadal llega a las semifinales de Wimbledon habiendo perdido menos puntos con su servicio, su raqueta pasó por encima de otro germano, Andreas Beck, el letón Ernests Gulbis, el también alemán Nicolas Kiefer y el ruso Mikhail Youzny.
Schuettler, que llegó a Londres situado en el puesto 94 de la clasificación mundial, no se cree su “suerte”. El germano se ríe cuando se le pregunta por su próximo partido. “Será durísimo, acabo de ver el marcador que hizo (Nadal) contra Murray y está claro que juega de forma increíble sin importar en que superficie lo haga. Yo intentaré disfrutar del ambiente, y ojalá podamos llevar el encuentro a cinco sets otra vez”.
Schuettler pasa por primera vez a unas semifinales de Wimbledon -en sus 13 años como profesional su mejor resultado en un Grand Slam fue la final del Open de Australia en 2003-. Si Clement fue un oponente incómodo, con Nadal difícilmente podrá desquitarse. Aunque no pierde del todo el optimismo.
“Voy a tratar de pasarlo bien y ponérselo difícil. ¿Quién sabe lo que ocurrirá mañana?. Hoy también pensé que estaba fuera del partido y lo gané”, dijo.
Cinco títulos para el balear esta temporada
Pero lo tiene difícil. Sólo esta temporada, el español se ha proclamado campeón de los Masters Series de Monte Carlo y Hamburgo, en Barcelona, Queen's, y Roland Garros; fue finalista en Miami y Chennai y semifinalista en Indian Wells y el Abierto de Australia.
Los números en los cara a cara tampoco son alentadores para el germano. De cuatro duelos previos, el balance se inclina a favor del español, con 1 victoria de Schuettler frente 3 derrotas, la última de ellas hace cuatro años en Basilea.
Dadas las estadísticas, la hipotética y anticipada tercera final consecutiva ante el suizo Roger Federer, con permiso del ruso Marat Safin, podría estar ya a tiro de piedra.