Espacio de opinión de Canarias Ahora
No hay culpables, son inocentes
Las empresas constructoras, las auxiliares de la construcción, las Entidades Financieras, Bancos y Cajas, las inmobiliarias, los compradores de ladrillos en forma de viviendas, todos ellos y algunos más, estaban encantados. En el Régimen Económico Fiscal Canario jamás los contribuyentes vinculados a la construcción habían acumulado tanto dinero de sus beneficios que se acogiera a los privilegios fiscales que les permitió el señalado régimen fiscal.
Ante lo descrito parece evidente que se observan responsabilidades de muchos Estamentos aquí señalados, pero curiosamente nadie se da por aludido, cada uno de ellos defienden que es problema del otro. Pero la evidencia es que todo ello unido a la recesión mundial nos lleva a la crisis y estancamiento de la actividad económica en cada una de las regiones de España, incluida nuestra querida Comunidad Canaria.
La realidad social de España es preocupante y sus efectos demoledores, con más de cuatro millones de parados y su incidencia en Canarias, con una cifra de más de 250.000 desempleados. El presente y futuro inmediato de nuestra región va a depender de lo que pase en el mundo y en nuestro país. Somos una gota en el océano. Pero no nos podemos quedar cruzados de brazos y tenemos que mejorar fundamentalmente en las actividades económicas que puedan crear con más facilidad, con menos esfuerzo generación de riqueza y empleo.
Siempre nuestras islas se han especializado como fundamento de creación de riqueza en el esquema del monocultivo y que hoy nadie discute que es el turismo desde la década de los años 60 y 70. El problema se encuentra en mejorar la oferta ya que en recesión económica invertir euros en el sector se hace más complicado. Pero hay que hacerlo, y en ese pensamiento, en esa dinámica, parece que está el Gobierno de Canarias. Mejorar la calidad del servicio turístico y rezar para que nos vengan muchas personas con una media rentable para el sector en poder adquisitivo. Porque esa es otra. Siempre contamos la mejora del sector por el número de personas que nos visitan, como si fueran cabezas de ganado, y nos olvidamos de otras cosas.
A los jóvenes que están preparándose con sus estudios hay que ayudarlos, estimularlos, potenciarlos, no desanimarlos, abrirle opciones en Canarias, en la Península o en el extranjero. No podemos pararnos en ese asunto. Hay que estar con ellos y exigirles al máximo. Estas islas dependen de ellos y los mayores también, los responsables del Gobierno de Canarias no deben tener ninguna duda sobre ese asunto.
Hay sectores que desgraciadamente no tienen ese peso en la creación de riqueza y generación de empleo, pero no por ello dejan de ser importantes, llámese sector agrícola o industrial, porque ello hará menor nuestra dependencia del exterior. Aunque aquí se produciría la controversia de ¿cómo se justifica que un producto venido del exterior a un precio mucho más barato que el producido en Canarias se nos ocurra potenciarlo si no es competitivo en el mercado? Se vuelve a plantear la vieja, viejísima teoría de los costes comparativos. Hay que señalar que nuestro sector industrial es de “servicios de apoyo industrial” y que el coste monetario de creación de un empleo puede estar cinco veces por encima del coste de creación de un empleo en el sector servicios. Aunque evidentemente el empleo creado en ese sector servicios tiene una mayor precariedad que el creado en la actividad industrial. Nuestra industria canaria es fundamentalmente “industria alimentaria” y se debe cuidar al máximo porque reduce la dependencia del exterior y porque genera y mantiene un empleo estable. Es, resumiendo, prácticamente la única que tenemos, aunque genere un 7 % del PIB o nos acerquemos a ese porcentaje. La agricultura y ganadería, con un peso aún inferior al indicado para la industria, hay que mimarla aunque sea para que nuestros nietos aprendan a convivir con los árboles y los animales. Así como reducir en lo posible la dependencia del exterior y hay población de las islas que históricamente han vivido y viven de ello. No nos olvidemos que en el paro se da tristemente mucha población no cualificada que se puede reconducir a ese sector primario.
Como podemos entender, los responsables gubernamentales en las Instituciones Canarias tienen deberes que hacer en una situación de estancamiento económico, una de ellas es la colaboración responsable entre Gobierno y Oposición, entre fuerzas políticas y Sindicatos, escuchando las demandas razonables de la calle, trazando programas y estrategias de colaboración del Gobierno de Canarias con el Estado Español y el resto de Europa y del mundo. Todo ello unido a medidas de austeridad de gasto público en las distintas Administraciones de las Islas. La austeridad debe estar vinculada a la rentabilidad para conseguir objetivos que beneficien a la sociedad canaria. Hay que maximizar objetivos sociales y minimizar costes que afecten a los objetivos. Se comentaba la necesidad de medidas de colaboración y entendimiento especialmente entre las dos fuerzas políticas mayoritarias. Los más viejos del lugar recordamos los Pactos de la Moncloa de Adolfo Suarez, la última legislatura no podemos destacarla por una actitud de pactos, ha sido todo lo contrario.
Pienso que las estrategias electorales son más eso, estrategias, que medidas de política económica que ayuden a mejorar la situación económica, hay que mirarlas con lupa. Sea el caso de la decisión de establecer el impuesto de patrimonio con una finalidad y objetivo de destino de esos recursos al empleo juvenil. En primer lugar, ese impuesto no tiene la finalidad de concepto de tasa que se establece para pagar un servicio público. Es un error conceptual, pero además al ser las Comunidades Autónomas las destinatarias de esos recursos fiscales ¿Quién nos asegura que unas lo recauden y otras no? Lo cual parece una injusticia fiscal territorial. Planteado el impuesto como filosofía parece correcto, los ricos con un patrimonio superior a 700.000 ? que paguen por ese concepto tributario. Pero puede tener trampa, ya que si es esa la filosofía, mejora la estructura del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y el Impuesto de Sociedades. Ya que si lo planteas bien, si lo confeccionas adecuadamente, siendo el objetivo gravar en razón a los niveles de riqueza generada, con ese no se escapa nadie, puedes apretar las tuercas a la población y sectores que en opinión del Gobierno deben hacer un mayor esfuerzo tributario.
Si ese es el objetivo, todo lo demás, como se dice vulgarmente, son cáscaras de lapa. Una pregunta para finalizar: ¿Usted cree que son culpables o inocentes?
* Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Barcelona
Enrique Torres Curbelo*
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