Los 100 días de Cardona

Por ahora juega con ventaja. La oposición está en otras cosas. En el PSOE Jerónimo Saavedra y Chano Franquis están entretenidos en su futuro político, liderar la oposición en la principal ciudad del archipiélago tiene poco glamour para ellos, donde esté un Diputado del Común con sus risas, sus relaciones y sus canapés o un escaño de 4000 euros en Madrid, que se vayan pal carajo las estrecheces de un despacho en el antiguo hotel Metropole. Si tuvieran un poquito de amor a la ciudad dejarían que Isabel Mena asuma el liderazgo que se ha ganado pulso. Pedro Quevedo (Nueva Canarias) busca el mismo camino que Franquis, el escaño en la carrera de San Jerónimo, y eso no se gana haciéndole oposición a Cardona. Sólo queda Nardy Barrios cuya resistencia sigue siendo un misterio de la naturaleza.

Por eso Cardona anda crecido, aunque no se ha atrevido a poner el acelerador. Desde la dirección en Madrid el mensaje a todos sus cargos públcios es claro: hasta el 20 de noviembre no hay que tomar decisiones polémicas. Nada de despidos masivos de trabajadores públicos, ninguna privatización polémica, ningún recorte bestial que ponga a la gente en la calle. Esos lujos sólo se los puede tomar Esperanza Aguirre, que es lideresa y no tiene muchas ganas de que Rajoy llegue a la Moncloa.

En sus primeros cien días el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria ha enseñado la patita. El anuncio del recorte de las ayudas a domicilio sirvió para que conociéramos la preocupación real del gobierno municipal con los más necesitados. El tiempo demostró que las razones “técnicas” de Hacienda y las culpas al PSOE eran una excusa para recortar los presupuestos de los servicios sociales. Las declaraciones de la concejala de Servicios Sociales en las que decía que las familias de las personas dependientes deben implicarse más con sus parientes fueron un insulto a mucha gente que lo está pasando mal, y a muchas personas con pensiones miserables que viven solas y que dependen del apoyo que les prestan desde hace años trabajadores sociales contratados por el ayuntamiento.

No había dinero para las ayudas a domicilio de los más necesitados, pero el alcalde sí encontró 60.000 euros para un domicilio familiar suyo, para el sueldo de su cuñada Cristina Reyes. Un contrato de lujo en tiempos de crisis para dirigir un servicio que está privatizado hace años. Otro contrato de lujo es el del nuevo gerente de Guaguas Municipales, que cobrará 20 mil euros más que Rodríguez Zapatero. Los dos se hicieron por la vía digital. Los tribunales decidirán si cumplieron o no los requisitos legales, si el ayuntamiento debió hacer una convocatoria pública de esas plazas laborales.

En estos 100 primeros días el nuevo alcalde ha demostrado que tiene prisa por aplicar las tijeras en los presupuestos sociales y que cuando se trata de contratar a familias, militantes peperos, personas piadosas o tener (en contra de su promesa electoral) a todos los concejales liberados, entonces sí tenemos unos presupuestos generosos.

Cien días no son mucho para valorar a un gobierno municipal. Sólo tenemos algunas pistas. Habrá que esperar. Cardona logró la mayoría absoluta más barata en votos de la historia de la ciudad. No logró recoger la mayor parte de los votos que perdió el PSOE, pero se aprovechó de la división de las izquierdas, del voto en blanco y del limbo en el que está CC en la capital. Pero eso es pasado. Ahora viene lo mejor o lo peor. En mentideros políticos cuentan que el PP se está pensando poner al alcalde como candidato al Senado para retrasar el caso canódromo y salvarlo de los tribunales de clases bajas. Harán lo que más le conviene a ellos. Sólo falta desear que la oposición se ponga las pilas y haga lo que más conviene a la ciudad.

Juan García Luján