Iconoclastia

Ganó la oposición

El PP está perdiendo un tiempo precioso. No sé por qué no termina sus negociaciones para conformar gobierno en España ya que se está desgañitando y clamando a todos los vientos que él y solo él ha sido el que ganado las elecciones en España. 

 Si eso es así, y no tenemos que dudar de la palabra de este señor gallego que lidera el partido, no sé por qué Feijóo ha mandado una carta tan afectiva y respetuosa a Sánchez, que ha pasado de ser el depositario de los votos de Txapote y el diablo personificado en La Moncloa a “estimado Pedro”. 

 Si es verdad lo que el PP pregona en todos los puntos cardinales, que ha sido el ganador indiscutible de las elecciones, no sé por qué pierde tanto tiempo y energía en pedir a Pedro Sánchez una reunión urgente para hablar de la investidura de Feijóo. Ya que es el ganador supremo y absoluto, que lo invistan, lo nombren presidente y forme gobierno.

 En realidad se trata de una mentira más del líder de la oposición, que posiblemente lo seguirá siendo durante cuatro años más, aunque también es probable que se vuelva a su Galicia natal porque le está ocurriendo lo que le suele pasar a los entrenadores de fútbol antes de ser cesados: todos sus correligionarios dicen que va a seguir presidiendo el Partido Popular, como cuando un presidente de un club deportivo confirma en el cargo al entrenador unos días antes de destituirlo. Es verdad que el PP ganó... pero no el gobierno sino la oposición. 

 El líder popular repite cada dos por tres que ha ganado las elecciones. Ya nos hemos enterado todos, pero entonces ¿por qué se pone tan pesado y está tan nervioso con la investidura?. Feijóo y sus adláteres hablan como si ya estuvieran gobernando. De hecho ya tenían previsto los nombres de los miembros del futuro gobierno porque todas las encuestas, menos la del CIS, le daban como ganador absoluto e indiscutible.

 Si realmente la derecha ganó las elecciones, ¿a qué vienen esas caras largas del ex presidente de la Xunta de Galicia y sus acompañantes habituales?. ¿Por qué Cuca Gamarra repite tanto hasta la extenuación que han ganado y a reglón seguido pone a parir a Pedro Sánchez y al PSOE como si fueran sus únicos enemigos en la Tierra?. 

 Por favor, un poco de juego limpio y de vergüenza. Los ganadores deben saber ganar y el PP, si realmente ha ganado, no puede despotricar de esta manera tan burda del socialista Pedro Sánchez. 

 Feijóo se ha tenido que tragar el sanchismo y el Txapote como si fuera el chapapote que se zampó otro gallego antecesor en la presidencia del PP. Con sus hilillos de plastilina y todo. Eso es tan indigesto que a cualquiera le produce una gastroenteritis. 

 El primer partido de la oposición sufre una esquizofrenia aguda porque un día insulta y ofende al presidente del Gobierno y al día siguiente lo llama estimado Pedro y lo invita a merendar chocolate con churros. Sus dirigentes anuncian un día que van a hablar con Puigdemont y al día siguiente aseguran que nunca han contemplado tal posibilidad. 

 ¿Pero cómo va a hablar el PP con unos “golpistas separatistas catalanes anti españoles”, a pesar de estar en el el mismo sector ideológico? Eso solo se le ocurre al que asó la manteca. ¿Alguien puede pensar que Feijóo rechazaría los siete votos de Puigdemont si con ellos, y sumándolos a los de Vox, consiguiera ser presidente del Gobierno? Jamás tomaría esos votos porque el PP ha demostrado su coherencia indestructible durante todos estos días. Perdonen que me ría un rato. Ja, ja, ja. 

 Parece que el PP quiere que Pedro Sánchez se abstenga para gobernar solo con la ultraderecha pero los populares se olvidan de que eso mismo lo pidió hace unos años el líder socialista a Casado y le dieron calabazas. Son tan incoherentes que ahora piden a su contrincante lo mismo que le negaron anteayer.

 Con Coalición Canaria también sufre el PP una bipolaridad inexplicable. Al principio dieron como seguro el voto de los nacionalistas canarios a Feijóo, quizá por la falsa creencia de que Coalición Canaria es un partido de derecha. Es verdad que sí lo parece y muchas veces actúa como tal, pero no hay que olvidar que además de insularistas en esa coalición también hay antiguos comunistas y asamblearios autogestionarios. Aunque es evidente que los que mandan están a estribor, Coalición Canaria es una formación más pragmática que ideológica. Si le dan lo que pide, votaría al mismo demonio. 

 Coalición Canaria es una jaula de grillos más territorial que política que siempre ha aprovechado su privilegiada posición para gobernar en las islas con el PSOE o con el PP de forma alternativa y también para votar investiduras de presidentes socialistas o populares al alimón, según su propio interés.

 Algunos dicen que es difícil que Coalición Canaria vote a favor de la investidura de Sánchez porque en el archipiélago gobierna con los populares. Por esa regla de tres no podía haber votado la investidura de Rajoy en 2016 cuando los nacionalistas canarios gobernaban con los socialistas en las islas. Y lo hizo.

 Feijóo parece nuevo en esto. Todo el mundo sabe que Coalición Canaria ha votado siempre en Madrid a favor del mejor postor. Siempre ha vendido su voto a cambio de contraprestaciones y unos cuantos platos de lentejas. 

 Ya lo dijo Cristina Valido nada más llegar al Congreso. Emulando a nacionalistas vascos y catalanes, proclamó muy alto y claro que el voto de Coalición Canaria costaría un alto precio, como ya han anunciado el Partido Nacionalista Vasco y Junts per Catalunya.

 Además, no hay que olvidar que Coalición Canaria ha ido en varias elecciones europeas formando una alianza precisamente con el PNV y los neoconvergentes de Puigdemont, que antes fueron los convergentes de Pujol y de Artur Mas. 

 Con el PP no quiere pactar nadie más que la ultraderecha y sus antiguos socios de la Unión del Pueblo Navarro, cuyos dos únicos diputados en la pasada legislatura son unos tránfugas que traicionaron a su partido para pasarse al PP. Roma no paga traidores aunque parece que Navarra así. Coalición Canaria tampoco los paga, simplemente los cobra al mejor precio de mercado.