Espacio de opinión de Canarias Ahora
El lado oscuro contra Garzón
Eso lo vemos desde fuera los no duchos en asuntos jurídicos y procesales. Y lo razonan juristas en desacuerdo con la cacería y que advierten cierto resurgir del totalitarismo en Europa: las leyes a la carta de Berlusconi para someter a los tribunales al dictado del Ejecutivo ilustran que la querencia totalitaria no es sólo española.
Al ir contra Garzón se pretende depurar a un juez peligroso que dificulta la domesticación de la Justicia. Es irremediable, salvando distancias y diferencias, recordar la forma en que la política canaria se deshizo de López Aguilar. Poco tienen que ver las tribulaciones del juez con los padecimientos aquí del ex ministro de Justicia, hoy eurodiputado, pero tengo claro que contra los dos se ha procedido desde el lado oscuro; dicho sea sin el debido respeto.
Garzón quiso investigar los crímenes del franquismo. A estas alturas, los autores materiales de aquellas salvajadas están fuera del alcance de la Justicia humana y no sé si la divina tendrá jurisdicción. Las actuaciones buscaban, pues, no el castigo imposible de los asesinos sino permitir a las familias de las víctimas rehabilitar a los asesinados por las bravas, por vía sumarísima o mediante procesos amañados con las sentencias dictadas de antemano. Era la vía para anular los procesos y recuperar los restos que se pudiera para sepultarlos como Dios manda, a despecho de la caritativa oposición de la jerarquía eclesiástica más inclinada al lado oscuro que pretende dejar las cosas como están y aguardar a que la desmemoria y las falsificaciones de la historia hagan su trabajo. Confiemos en que eso de que quien no tenga presente la historia está condenado a repetirlo sea sólo una frase.
Hace unos días alguien me repitió el tan oído argumento de que en la guerra civil hubo atrocidades por ambas partes. Fue inútil decirle que, aún admitiendo esas tablas, la dimensión de las franquistas rebasó de sobra a las republicanas. Pero como no era cosa de tirar de estadísticas, que las hay y contundentes, le hice ver lo significativo de que mientras el bando republicano no controlaba a los asesinos de su lado, que actuaban por libre, en el de Franco mataban las fuerzas del orden, es decir, el Ejército, la Guardia Civil y la Policía con la ayuda de falangistas y requetés dentro de un programa estatal de exterminio sistemático. Todo bajo la mirada benévola de la Iglesia que acalló a quienes dentro de sus propias filas no estaban de acuerdo con las matanzas. Las instrucciones del general Mola respecto a sembrar el terror entre la población civil ahí están; como está la feroz represión en las zonas ocupadas por los nacionales y las prácticas del mismo Franco, prolongadas durante sus cuarenta años de dictadura. No hace falta peinar muchas canas para recordar que el miedo siguió instalado en la sociedad española después de la muerte del dictador y que la amenaza golpista estuvo bien presente hasta no hace tanto.
Tan poco tiempo que los estudiantes casi no saben ya quién fue Franco y se debilita su noción de la guerra civil. Hagan la prueba y verán.
Es imposible no ver en lo de Garzón un reflejo, pálido si quieren, de aquello. Hoy, los cuerpos del Estado entonces represivos se mueven en clave democrática, pero no por eso han dejado de estar entre nosotros los añorantes del totalitarismo que pretenden, en este caso, restarle autonomía a la Justicia para que actúe en función del lado oscuro. Acabar con el juez sería ejemplarizante y han encontrado intereses que buscan lo mismo por diversos motivos, los que sean. No viene mal recordar que Alfonso Guerra proclamó la muerte de Montesquieu en términos que reclamaban la subordinación del Poder Judicial al Ejecutivo, justo cuando Garzón, precisamente, andaba con las instrucciones que llevaron a la cárcel a José Barrionuevo y Rafael Vera. La tentación o la inclinación totalitaria no es patrimonio exclusivo de la derecha.
Algo deberíamos haber aprendido de la historia. De la más alejada y de la reciente para contextualizar el intento de borrar del mapa a Garzón.
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