Espacio de opinión de Canarias Ahora
Obituario/Facundo Cabral
Aprendió a tocar la guitarra y el dueño de un hotel le dio la oportunidad de cantar canciones modernas para los turistas. Empezó a encontrar un espacio en este mundo. Se interesó por el pensamiento de Gandhi y comenzó a caminar, buscando otros lugares y creando canciones. Después de escapar del reformatorio, cuando tenía 17 años, Facundo paseaba por una playa argentina y se tropezó con un vagabundo que le dijo “Hola Príncipe”. “Por qué me llamás principe”. “Porque sos el hijo del rey del Universo, del hombre que creó el mundo, y los hijos de los reyes son príncipes, y sus hijas princesas”. Así se hizo cristiano. Rechaza los fundamentalismos religiosos. Entiende a Dios como una conciencia interna. Su conciencia externa es la guitarra.
Con las dos conciencias ha recorrido 165 países. Por eso en 1968 compuso su canción más conocida No soy de aquí ni soy de allá.Su amigo Borges le dijo “usted ha viajado mucho, Facundo, gracias a usted Pekín, Chicago y Guadalajara son barrios de Buenos Aires”. El primer viaje que hizo Facundo fue en tren. Sólo tenía 7 años cuando su madre, Sara, lo acompañó a la estación y le dijo: “este es el segundo regalo que puedo hacerte, el primero fue la vida, ahora te doy la libertad para que puedas vivirla”. Cientos de miles de kilómetros después de la partida de aquella estación Facundo acompañó a su madre los últimos días de su vida. Sara le dijo: “hijo mío me voy a morir contenta porque cada vez te pareces más a lo que cantas”. Lo que canta Facundo Fierro es muy bonito. También lo que cuenta. Dice Facundo que “el bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso. Una bomba hace mucho más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye existen millones de caricias que construyen la vida.”
Ayer estaba escribiendo un artículo sobre los protagonistas de la política canaria. Como me aburría el tema abrí mi correo electrónico y una amiga me había enviado un e-mail con frases de Facundo Cabral, y me encontré con una anécdota en la India. El cantautor argentino le preguntó un día a la madre Teresa de Calcuta : “¿Por qué no habla usted nunca de política?” La monja le respondió: “Yo no puedo darme el lujo de la política, un día estuve cinco minutos escuchando a un político y en ese tiempo se me murió un viejito en Calcuta”. Después de leer la anécdota borré lo que había escrito, porque preferí hablarles de Facundo Cabral que perder mi tiempo en algunos personajes de la política.
PD: Este artículo fue publicado por el autor en este periódico el 3 de abril de 2009 como homenaje al cantautor argentino que fue asesinado por unos sicarios la pasada madrugada en Guatemala.
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Juan GarcÃa Luján
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