Patronos estafadores, maltratadores y el nacional catolicismo franquista

Qué difícil es convivir. Somos animales racionales, pero animales al fin y al cabo, y en esa convivencia empezamos a jugar hasta ver donde delimitar el terreno de cada uno. Hace falta solidaridad, tiempo, respeto, tolerancia, paciencia, empatía, valores cada días más escasos en el vivir diario.. Es como alguien ha dicho que llegar hasta el fin de tus días con la persona de la que te enamoraste, lo sea. Y con qué facilidad se pasa de querer a odiar, en un momento nos volvemos animales irracionales sedientos de venganza, dispuestos a hacer lo que sea con tal de ver sufrir al otro, utilizando de arma arrojadiza, a la sangre de nuestra sangre, nuestros hijos. En semejante disyuntiva nos sentimos avergonzados como ciudadanos, del uso y abuso que se está dando a las leyes contra la violencia de género. Ya por cualquier cosa se enarbola la bandera del maltrato y sospechamos debe haber mucha condena injusta por aplicación, en algunos casos, de criterios no muy acertados de los jueces. El maltrato a la mujer es algo muy serio que creemos se está tomando como recurso fácil, dejando en el camino daños irreparables por venganza.

Cuidado con las falsas denuncias que pueden volverse en contra. No adulteremos algo que está empezando. Hay muchas personas implicadas, trabajando desde hace mucho para conseguir lo poco que tenemos. Vamos a usarlo consecuentemente para que se puedan beneficiar las personas que de verdad lo necesitan, sin dejar innecesarias víctimas en el camino o como las alarmantes MISAS POR LA FAMILIA, de los máximos representantes de la Conferencia Episcopal, anule el oprobioso Concordato y les deje sin fondos ¡ya!, y abocados a tener que trabajar como cualquier hijo de vecino. ¡A que espera el Gobierno para parar a estos ayatolas del nacional catolicismo franquista! ¿Esperan a que cojan más fuerza y juntos con la ultra derecha tomen el poder y nos pasen por las armas, como ocurriera en el 36/39? No y mil veces NO, ¿ Acaso nos hemos olvidado de aquellos a los que se les hizo el “pandullo” arrogándolos en un saco con pierdras vivos a la mar Oceána o los miles y miles enterrados en cunetas y parajes desconocidos, para que den carpetazo y los herederos continúen desconociendo dónde los tiraron, como si fueran basura y los de ellos eran y son santos mártires, los nuestros basura ?

Fidel Campo Sánchez