La Venus del Espejo

Es indudable su proximidad con la joven de espaldas en el triángulo situado encima de David y Goliat. Este desnudo bronceado en sombra representa el sueño o la muerte. Palomino cuenta que Alfaro recogió de boca de Velázquez su visita frecuente a las estancias donde están las pinturas de Miguel Ángel con el permiso de los guardias. También esto se olvida en estudios posteriores. Hoy pienso que este fragmento de Miguel Ángel lo tomó A. Blocklandt para el grabado que trataré a continuación. Don Javier Sánchez Cantón y Navarrete proponen el interesante grabado de Hans Sebald Beham de San Juan Crisóstomo tentado, inserta en la Emblemata (1956) de Theodor Bry, siguiendo otro de Agostino Veneziano.

El parecido es notable con las acepciones que apuntamos a continuación. Es fundamental el olvido, nuevamente, de la opinión de Martín Soria, que adelanté con la mención al grabado de la Venus, Adonis y Cupido de Blocklandt. Ningún otro grabado destila la fluidez y elegante diseño de esta bella estampa. Subraya las alas incisivas del amorcillo en éxtasis y los plegados del paño que sirve de lecho. Añado un arrepentimiento en el rostro de la diosa ligeramente inclinado según el grabado, que Velázquez corrige al acentuar la vertical. Esto es fácil de advertir en la placa de rayos X. El fondo variopinto del grabado lo trueca Velázquez por los pliegues de la cortina. Velázquez sustituirá esta idea por una mujer de esbeltas formas y plateada entonación local.

*Matías Díaz Padrón (El Hierro, 1935) es conservador del Museo del Prado y Premio Canarias 2008 de Investigación y Patrimonio Histórico.

Matías Díaz Padrón*