Nuevo intento, puestos en plan usuarios de Telefónica, de entendernos con el servicio de información 1003, que tiene de servicio lo que Dinio de monja clarisa y de información lo que Ronaldo de culé. Pero tiene mucha guasa, por lo que le recomendamos que en lugar de gastarse el dinero en esos 906 tan despiadados, invierta 33 céntimos de euro, que es lo que vale la llamada, en conectar con el 1003. De entrada, como ya saben, le aparecerá al otro lado una voz árabe que, como con papas en la boca, le dice: “Hola, ha contactado con el servicio de información de Telefónica; le atiende Luis Álvarez”. Jurado por Dios, el jarabandino dijo llamarse Luis Álvarez, y se quedó tan fresco. “Hola Luis”, le contestamos nosotros como creyéndonos lo del nombre, “¿podría darme un teléfono para contratar una línea telefónica particular que no sea el 1004, que no sirve para estos menesteres?” El presunto Luis discute lo del 1004, pero finalmente accede a darnos un 900111022 que no funciona y que dice a quien lo marca que el número sencillamente no existe. Nuevo intento para que nos ayuden y nos atiende una presunta Sara Fernández, con mayores dificultades para el castellano que nuestro amigo Luis, y que nos pregunta, tras nuestra insistencia, cómo se llama la línea telefónica que pretendemos contratar y desde qué localidad llamamos (¿?). Cuando le explicamos que se llama así, línea telefónica, y que llamamos desde Palmas de Gran Canaria Las, nos dice que el 1004 es lo mejor que nos puede pasar. Insistimos y nos confesó que eso de la contratación “lo lleva otra empresa”. Les podemos garantizar que no hemos exagerado un ápice y que, naturalmente, la experiencia en persona es mucho más excitante que lo que acaba de leer.