José Manuel Soria anunció este martes que prepara un durísimo plan de austeridad, en el que piensa meter todos sus fantasmagóricos anuncios de supresión del uso del coche oficial, los gastos suntuarios, las dietas, los bolsos y el yes very good. Pero nos concentramos a ver si decía cuándo piensa empezar a aplicar esos recortes y nos dimos cuenta de que se trata de un plan para 2011. Teniendo en cuenta que estamos en mayo de 2010, podemos estar hablando de un plan que, como pronto, entrará en vigor dentro de ocho meses, y afectará a los actuales miembros del Gobierno, en el peor de los casos, durante cinco meses. O sea, otra fantasmada más porque ni habrá reducción de coches oficiales ni de altos cargos, ni de empresas públicas ni de cuñados pasándose con las dietas. Por cierto, ¿incluirá ese plan de recorte una drástica reducción de la troupe soriana? Porque este martes vinos al vicepresidente con su escolta (tiene tres que cuestan 120.000 euros al año), su conductor y dos asesores, el ya clásico e inconfundible Juan Santana, y un muchachito nuevo, con pinta de becario, que no habíamos visto por los alrededores hasta ahora.