Nos corrige muy amablemente un lector, Ulises Castro, de Santa Cruz de Tenerife, por el uso inadecuado que estamos haciendo del término “diletante”. Ya saben que con él nos hemos querido referir en muchas ocasiones al presidente del Gobierno, Adán Martín, que ha demostrado una muy acentuada capacidad para dilatarlo todo en exceso, especialmente las grandes decisiones. Tiene razón el lector cuando nos indica que diletante es “conocedor o aficionado a las artes, especialmente a la música” o aquella persona “que cultiva algún campo del saber, o se interesa por él, como aficionado y no como profesional. La palabra procede del italiano dilettante, que se deleita”. Por lo tanto, Adán Martín es un dilatador, término que no nos gusta nada porque tiene otras acepciones que no nos vienen bien. Así que buscaremos algo mejor para definir esa virtud presidencial, por ejemplo, pachorrudo.