Críticas aparte, parece comprobado que la visita de Paulino Rivero a Cuba ha estado plagada de múltiples y muy variadas actividades, desde la comercial hasta la turística, pasando por la judicial, merced a un convenio de colaboración en el que damos por hecho está presente el Consejo General del Poder Judicial. El presidente canario y su amplia comitiva han exprimido al máximo estos días de visita, y hasta ha habido un encuentro con la colonia canaria en la isla. El turismo también ha estado presente, hasta el punto de que Rivero ha invitado a una delegación cubana a visitar las Islas para conocer in situ la experiencia canaria, tanto la anterior como la que va a dejar tras su temperamental mandato la consejera Martín. Descartamos por completo, porque conocemos al presidente, que haya hecho extensiva esa invitación tan turística a personajes no oficiales, como hicieron no hace muchos años dos ex consejeros del Gobierno regional, que se trajeron para acá a dos exuberantes señoras que fueron luego convenientemente colocadas en una empresa pública regional tras verse desenmascaradas sus falsas promesas de un casting cinematográfico.