Otro mensaje muy importante que han dado los españoles -y los canarios- a los políticos este 22-M es que no les importa la corrupción. Y ustedes perdonen que lo digamos así de crudo, pero a las pruebas nos remitimos. ¿A qué si no iba a revalidar mayoría absoluta en Valencia Francisco Camps? ¿A qué si no los ciudadanos de Las Palmas de Gran Canaria iban a hacer alcalde por mayoría absoluta a Juan José Cardona, artífice político del pelotazo del Canódromo? ¿Por qué otro motivo iba a repetir mayoría absoluta en Mogán Francisco González, o a incrementar su número de concejales María del Carmen Castellano en Telde? La corrupción debe haber castigado también al PSOE, porque ni siquiera podemos atribuir a ese despreciable fenómeno que la única candidata del PP que ha pinchado en Canarias haya sido Águeda Montelongo, que ha perdido 2.000 votos en el Cabildo de Fuerteventura y otros 1.500 en la circunscripción majorera al Parlamento de Canarias. Aún así, es la que menos votos pierde, porque en el Cabildo, el PSOE se deja en el camino 4.000 sufragios, y CC, 3.000. No creemos que sea el caso Patronato, destapado por este periódico, sino el efecto del marqués de las Dunas, Domingo González Arroyo, arañando votos de aquí y de allá para hacer la puñeta a su antiguo partido.