Ahora habrá que esperar que Adán Martín pida a Puertos del Estado la cabeza de Pedro Anatael Meneses, representante estatal en la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife. Viene a ser, para que se hagan una idea, la única voz crítica en ese organismo contra el dislate del puerto de Granadilla, que recibió este jueves un edificante aval político en el Parlamento, órgano que se ha saltado las normas comunitarias ambientales para dar un poco de gustirrinín a los poderes fácticos tinerfeños. Anatael tiene también la ventaja de ser un tipo de una sola pieza que, por si fuera poco, preside la Comisión de Ética del Partido Socialista Canario y, de remate, ha dicho que no piensa marcharse por discrepar abiertamente de las cosas de su partido en este asunto. Se opone a Granadilla y al chalaneo. Veremos lo que dura.