Estaremos todos de acuerdo en que lo que no pase aquí, en Isla Mauricio, no pasa en ninguna otra parte del planeta. Y, para mayor concreción, lo del Ayuntamiento de Soria, que en algunas materias supera con creces lo de la Q de calidad total y cual. Nada les decimos del centro comercial Mamotretum, que lleva un mes cerrado por unas pequeñas deficiencias de nada que le impidieron la licencia de primera ocupación pero no la presencia del alcalde en su acto inaugural. O más sangrante, el concurso para adjudicar una terraza de verano en los jardines de Alonso Quesada, frente al hotel Santa Catalina y a la que fuera tapia del colegio Salesiano (si don Alejandro Hidalgo levantara la cabeza). Concurre a tal concurso un viejo conocido del Ayuntamiento, hoy instalado en el Mamotretum, y que se apalancó de tal modo en otra terraza de verano que hasta obligó al Ayuntamiento de Soria (provincia de Las Palmas) a solicitar amparo a la Sala de lo Contencioso para poderlo desahuciar. Un año tardaron en verlo marchar, un año de ocupa, y ahora, de repente, hasta va y gana el concurso.