El pasado mes de octubre, la nacionalista Ana Oramas afirmó que “no hay ninguna previsión de fusión y tampoco una demanda política o social en ese sentido”, lo cual le desmiente sus cualidades como futuróloga o profeta. Pero sin duda lo que Oramas quería decir es que su partido y su voto en el Congreso se iba a oponer a tal medida. Lo último nos consta, pero lo primero no tanto, habida cuenta del pronunciamiento oficial que el portavoz del Gobierno, Martín Marrero, ha realizado al respecto. La tesis oficial, según Marrero, es que el Ejecutivo regional “no tiene la más mínima voluntad” de interferir en posibles fusiones entre las cajas de ahorro de las islas “o con otras cajas de la península”, lo cual dicho por un nacionalista es decir mucho... pero bueno.