Pero no fue en absoluto Kanarileaks el receptor de esos papeles de México. Ni siquiera sus periodistas las primeras personas que los tuvieron en su mano. La Policía trabaja con la hipótesis de que otro periodista, veterano ya y en trance de jubilación, los recibió hace muchos años, cuando teóricamente fueron falsificados por una mano diestra que, en verdad, les otorgó apariencia de autenticidad. Pasado el tiempo, durante una mudanza a principios de 2011, el periodista volvió a encontrarse con aquellos famosos papeles, que había arrimado entre los “asuntos pendientes” porque cuando los recibió estaba suficientemente bien untado por Coalición Canaria como para ponerse a mortificar. Pero el hallazgo llegaba en un momento muy oportuno: ya CC no untaba, sino todo lo contrario, y Rivero se encontraba en una situación de debilidad que convertían aquellos documentos en un arma mortífera. Pero había que filtrarlos con cautela, y publicarlos directamente en el medio donde rinde sus últimos días de servicio el periodista de la mudanza investigado era una auténtica estupidez, una declaración de culpabilidad en plaza pública. Así que alguien se puso a pensar y eligió Radio San Borondón, la emisora vinculada al Centro de la Cultura Popular Canaria, que mantiene desde hace años un abierto enfrentamiento público contra Paulino Rivero y CC. Y viceversa, por supuesto.