Pero, ¿por qué se dio por aludido Nacho González cuando Manuel Fajardo pronunció el conjuro mágico de “excelentísimo estúpido”? Muy sencillo, porque había sido previamente el nacionalista el que había calificado de “increíble, estúpido e irresponsable” el debate sobre las autorizaciones para las prospecciones petrolíferas. Pero Manolo Fajardo insistía una y otra vez que no lo había leído, que desconocía esos antecedentes cuando dio la vuelta a la estupidez y la devolvió con un tratamiento protocolario. Hemos buscado el artículo de González y, efectivamente, llama estúpido al debate por considerar que “mientras Marruecos corre y nos adelanta, nosotros seguimos discutiendo si es bueno o malo sacar el petróleo, sin darnos cuenta [de] que la pregunta no es si lo sacamos o no, sino si lo sacamos nosotros también o dejamos que lo hagan ellos solos”. La tesis es muy personal e intransferible, y coincide en gran medida con la del dueño del periódico en el que el líder del CCN publicó su artículo, El Día. No vale la pena ni entrar a discutirla. El debate parlamentario y extraparlamentario se saldó con todas las fuerzas políticas en sus mismas posiciones de partida y con los dos diputados contendientes haciendo las paces tras las disculpas públicas y privadas del socialista Fajardo.