Hay mucho nerviosismo en la cúpula de Canarias7 por muchos y muy variados motivos. Nos limitaremos a describirlos sin acritud, que ya tendremos tiempo en los próximos días de entrar en el fondo de la cuestión. De entrada, los últimos datos de la OJD en lo que a difusión del periódico se refiere, no son nada halagüeños, y ya se ocupó profusamente la semana pasada La Provincia en restragarlo conveniente y cariñosamente (todo lo que se puede en casos como éste). Añadamos a ésto la rasquera que tiene que suponerte que te gastes un pastón de tres pares de narices en asesores internacionales en reestructurar por completo el periódico, hacer una web nueva para al final conseguir una pírrica victoria de agosto y una caída meteórica en las ventas. Pero metidos en el autobombo, el diario de García se despacha a gusto afirmando que asumen el liderazgo (ánimo, bichillo) de ser el periódico de más influencia en Canarias. ¿Y dónde, cuándo, cómo y por qué se midió ese grado de influencia? ¿De verdad creen en ese diario que les queda influencia alguna tras sus continuos vaivenes, sus escandalosas bajadas de pantalones con sus raudas subidas y sus extorsiones varias? Insistimos, sea todo ello dicho sin acritud.