Desgraciadamente no será el festival Womad el único damnificado de las políticas de recortes del PP, que no cesa de proclamar todos los días a lo largo y ancho de la geografía patria que hay otra manera de acabar con la crisis. O sea, esta. Porque además del Womad y de la escandalosa reducción de 3,3 millones en la partida de asistencia domiciliaria a mayores dependientes, pronto nos encontraremos con nuevas sorpresas, y ninguna agradable, ya lo verán. El objetivo es hacer dos piscinas públicas (Cicer y Tamaraceite) un pabellón en el cono Sur y rebajar los impuestos en el año 2013, una promesa de Juan José Cardona que va a suponer para la ciudad perder muchas oportunidades de cultura, de promoción turística y de retorno económico, además de abandonar a los más desvalidos a su suerte y a las injusticias de esta sociedad. Según datos oficiales, la subida de impuestos ejecutada por el equipo de Jerónimo Saavedra para hacer frente a la crisis y a la deuda sideral que dejó el PP de Soria-Luzardo, supuso para cada familia de la capital grancanaria unos 55 euros de promedio respecto al IBI y alrededor de diez euros anuales por vehículo de 10 caballos fiscales. Es decir, que si esa fuera la rebaja que aplicara el PP, cada familia (no a cada vecino-contribuyente) se podría ahorrar un promedio no superior a 70 euros al año. Nos preguntamos si vale la pena y si esos 70 euros/año van a reactivar la economía, dar más créditos a las pymes y poner a trabajar a más gente, como reza el mantra pepero.