Siguen corriendo algunos barrancos de las Islas después de la inmensa regada de las últimas semanas. Una alegría para muchos, a pesar del enorme caudal que ha terminado en el mar tras desbordar las presas, excepto la de Soria (provincia de Las Palmas). Otros canarios no están tan contentos porque su barranquera de toda la vida sigue llevando la misma agua sucia. Les ocurre, por ejemplo, a vecinos de Valsequillo, en las medianías de Gran Canaria, donde se siguen vertiendo aguas fecales a los cauces de barrancos como Los Cernícalos (espacio protegido), o La Cantera. Según Asamblea Valsequillera, en la oposición, la situación es especialmente grave en el barrio de El Rincón de Tenteniguada, donde a falta de alcantarillado, nueve familias vierten sus aguas fecales al barranco, con las consecuencias que se podrán imaginar fácilmente.