Ya saben -imaginamos- que hay conflicto en el Consorcio de Bomberos de Gran Canaria, y que la cosa se enquista cada día más. Los bomberos protestan, se manifiestan y chillan, a falta de que les reciban y se imponga el diálogo. También utilizan otros medios de expresión para sus reivindicaciones, como la pegatina en lugares de fácil lectura. Por ejemplo, los cajetines de las llaves de acceso a los aparcamientos y calles privadas de la ciudad. Un par de esas hojas aparecieron pegadas en un cajetín de acceso a la calle privada que viene a ser transversal a Munguía y paralela a Rafael Cabrera. Es decir, donde aparca su coche el concejal de Policía, Paulino Montesdeoca. Un alma caritativa procedió a arrancar con tal ímpetu los dos papeles, que se llevó por delante la pintura de los postes. Los vecinos se preguntan quién pagará los desperfectos, porque no creen que lo vayan a hacer los bomberos.