Vaya, vaya. Esperemos que no sea nerviosismo lo que, de repente, se ha apoderado del servicio de Carreteras de la Consejería de Infraestructuras. Ni que todo se deba a la inveterada costumbre de encogerse de hombros cuando, de repente, surca el cielo azul de esa autopista moganera un burro alado. Porque preferimos pensar que sólo se trata de malos entendidos fácilmente reconducibles. Hay personajes importantes en presencia que requieren una observación seria, sobre todo desde que les da por emular a Su Majestad el Rey y colgarse del hombro una potente escopeta. De nada que vayamos teniendo más datos, cinegéticos y de los otros, se los iremos acercando por aquí. ¡Burros volando! ¡Impresionante cambio de ciclo político!