El único que ganó claramente el pleno de este viernes en San Bartolomé fue Marco Aurelio Pérez, el líder de Agrupación de Vecinos, nuevamente tentado por el PP y ejerciendo la política con una comodidad y un desparpajo envidiables. Pérez llevó a pleno una moción envenenada para aclarar quién, cómo, cuándo y con quién ha de negociar con los trabajadores de Perfaler una regularización de sus condiciones, es decir, cómo pasan a ser personal laboral. El portavoz de AV sabía a la perfección que estaba metiéndole una bomba de relojería en plena mesa del pacto porque a los problemas que ya de por sí plantea arreglar los asuntos de esa ETT, se suman las críticas que ha recibido la concejal de Personal, Dunia Santana, y la aparición estelar, de manos de Conchi Narváez, de la UGT de Juan Francisco Fonte. Con todo el mundo enrocado en sus posturas, a la alcaldesa no se le ocurrió otra cosa que apuntarse a bruta. Y se armó.