El negocio tan próspero y ventajoso que prometía Soria se ha tornado ruina, a decir de los compradores, que tratan de apretar las clavijas al Cabildo para que opte por varias opciones. La más drástica, la referida recompra por 13 millones, y la más blanda, cubrir con 1,3 millones de euros una ampliación de capital que no garantiza la viabilidad del negocio de la leche Sandra y sus derivados. Desde la Corporación han contestado a Kalise que, como mucho, puede cubrir el 5% de esa ampliación, unos 250.000 euros, en concordancia con el porcentaje de participaciones que se reservó cuando Soria hizo la privatización. Lo más dramático es que, en medio de esta otra fallida operación soriana, hay ochenta trabajadores que ven peligrar sus puestos de trabajo.