No nos habíamos olvidado de La Caja, de nuestra Caja, pese a tanto calor. Este jueves debía haberse celebrado su Asamblea General, al menos extraoficialmente, ya que su presidente, Antonio Marrero, nunca llegó a convocar a los accionistas para esta última semana de julio. La cúpula de La Caja, aprovechando que el Guiniguada pasa por Triana, gana de este modo un tiempo magnífico para despejar su futuro incierto. A este paréntesis ha contribuido también, como es menester, el sindicalismo constructivo de CSICA que impugnó las elecciones de los representantes de los trabajadores, en las que obtuvo en torno a un 7% de votos. A ello añadamos que un par de ayuntamientos del sector carmelita de CC y otros tantos cabildos no han nombrado a sus nuevos consejeros generales. Total, que mejor dejar la convocatoria y la esperada remodelación del Consejo de Administración para la segunda quincena septiembre. Eso sí, el Consejo tendrá cita en agosto, a pesar de los calores, con la fecha de la Asamblea y la nueva correlación de fuerzas políticas dentro de los impositores pendiente de escenificarse a la vuelta del verano.