No levanta cabeza la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), ni siquiera cuando ya parece hecho que Antonio Rivero, su presidente, está preparando el petate. O quizá por eso. La reunión de la Junta Directiva de la patronal, celebrada este lunes para, entre otras muchas cosas que el presi puso en el orden del día, ratificar la convocatoria de elecciones, puso de manifiesto que no está el horno para bollos. Hubo de casi todo menos ganas de arreglar alguno de los múltiples contenciosos abiertos en el seno de la organización. Rivero, quizá animado por el ímpetu de Manolo Ley para ser presidente (por consenso, a ser posible, anda que no sabe nada don Manuel), puso sobre la mesa la necesidad de aclarar la situación de Aempic, promotores, y de Asuican, supermercados. La primera, la de los promotores inmobiliarios, que preside Ley, lleva una buena temporada regularizando su situación, y de momento es miembro con derecho pasivo. Los constructores, con una firme Déborah Verde al frente, recordaron este lunes que el asunto hay que llevarlo a asamblea ordinaria y no a junta directiva, que eso es trampa y ganas de liarla más de la cuenta. Ramón Pérez, secretario general de Aempic, mete baza, a ver si cuela la cosa y se les aprueba algo, a lo que la Verde le salta a la yugular y tercia Rivero para decir que le habían entendido mal. Sí hombre, sí.