Desde luego, tenemos unos lectores que da gusto leerlos. Porque aquí, como saben, leemos mucho lo que dicen nuestros lectores. Son polemistas, están atentos a la actualidad, tienen criterio, buen y mal humor, según el día, y nos devuelven todos continuamente el pálpito de lo que pasa en la calle. Algunos son más relajientos que la media, y nos envían cosas como la ilustración que acompaña estas líneas, una propuesta de escudo para la nueva nacionalidad canaria, reforma del Estatuto mediante, que bien podría ser la base para un nuevo concurso. (A ver si esta ocasión le toca a una agencia amiga de Gran Canaria. Amiga de alguien que haga el decreto, se entiende). Obsérvese atentamente cómo los canes son sustituidos por dos peces, no sabemos si lebranchos, y el fondo totalmente ocupado por una fotografía del padre Teide sobre el que se imprime la silueta de las siete islas (otros siete teides más). Completa el escudo la leyenda “O sea, no”, que resume a la perfección el espíritu contradictorio que siempre ha anidado en Canarias, particularmente en su clase política.