A pesar de que varios de los comensales afectados por la intoxicación han declarado a este periódico estar seguros de haber resultado afectados por la ingesta de algún tipo de trozo tragado en el periódico de referencia, hemos recibido de manera indirecta (a ver si la próxima vez marcan el teléfono adecuado) una llamada del catering que sirvió el almuerzo del viernes pasado en la sede de Canarias7 en El Sebadal. La empresa en cuestión asegura tener en su poder certificaciones suficientes de la Consejería de Sanidad que acreditan que su pescado y el resto de su condumio estaba en condiciones de ser digerido por los invitados de no se sabe bien quién. Habrá que admitir la explicación y circunscribir entonces el problema a una debilidad estomacal sobrevenida en las personas que han declarado haber coincidido en los síntomas y el papeo, porque debemos descartar -y de hecho descartamos- que todo se deba a un contagio anoréxico.