Otra cosa no tendrá el Hospital Militar Juan Carlos I, de Las Palmas, pero para escribir un libro de anécdotas ya va sobrado. La última tiene mucho que ver con el gasto militar y con el escaso buen humor existente en ese pedazo de Ministerio de Defensa patriótico que tenemos, donde brilla por su ausencia el principio de importancia relativa y el de economía procesal. Y todo por un redondeo de nada: al pasar los 2.000 millones de pesetas viejas a euros nuevos y dividir por el número de anualidades, el Control Interno del Ministerio detectó que faltaba un céntimo. Y un céntimo es un céntimo. Así que el departamento correspondiente extendió el consabido escrito de reparos a la operación, lo que ha obligado al Gobierno de Canarias a poner en marcha la operación pertinente de darse por enterado, intervención, aprobación de la modificación de crédito por el consejo de gobierno, autorización, disposición, contracción de la obligación y, uff, finalmente, brutal desembolso de un céntimo de euro, (0,01 ?). Pero ya parece que tenemos hospital militar para uso civil. A ver si ahora alguien pierde las llaves, matarile, y destacan al mismo interventor a Irak a controlar en qué se nos van las perras por los desenfrenos guerrilleros del corneta Aznar.