Nada como tener un programa en la tele canaria para descubrir incluso las bondades que no tiene. Y las de Willy García. Lo que les vamos a contar ocurrió hace unos días, el 12 de este mes, en el programa Buenos Días Canarias. Moderados por la periodista Marta Modino, dos grandes del periodismo tinerfeño (uno más enorme que el otro) comentaban desenfadadamente la actualidad isleña bajo su prisma personal. Muy respetables sus opiniones, faltaría más, salvo que algunas de ellas estaban fundamentadas en a) datos erróneos o inventados; b) la necesidad de hacer la pelota a quien les da de comer. Los dos tertulianos eran, por orden de edad, Andrés Chaves y Carmelo Rivero, que se deshicieron en elogios en favor de Willy García hasta el punto de afirmar que “tiene un talante fantástico, ha abierto la televisión y ha resuelto la crisis estupendamente”; o “si Willy ha mantenido las mayores audiencias de la historia de la tele, ¿para qué cambiarlo?; o ”hay que pedirle la receta de cómo se consigue la estabilidad profesional, más audiencia y con menos presupuesto“. Salvo por el insignificante detalle de que las audiencias jamás habían estado tan en el suelo, lo demás es respetable, bochornoso por momentos, pero igualmente respetable. Lo que rebasó lo indigesto fueron los ataques a la cadena Ser, particularmente por parte de ese apologeta (tal y como se pronuncia) llamado Andrés Chaves.