Hubo de todo, hasta sofocones de Acosta recriminando a Olmedo ser un mal gestor y peor persona. A ver si se cree el candidato de Soria que en el PSOE “somos medio tontos o qué” (mal día para una porfía así). Y réplicas del pepero, con cara de no haber roto nunca un plato, sobre las entendederas demostradas por el grupo gobernante: “Para medio tonto, tonto entero”, se llegó a escuchar en la Casa Consistorial en un momento de debate al más alto nivel. Mientras, en la plaza del pueblo, el burro en nómina del Ayuntamiento (otro) daba vueltas a una noria bajo un frondoso árbol, para distracción de turistas absolutamente ajenos a lo que se cocía dentro. Aunque, bien mirado, habría que ir pensando en una atracción que complemente el famoso sol y playa. Dará que hablar ese Plan, sí señor. Como el burro, la noria y el edificio del Ayuntamiento entero.