Tras esa reunión en el casino de Telde, Paco Valido y Fran López marcharon a un almuerzo en el restaurante de la Hoya de San Juan, regentado precisamente por uno de los hijos de Guillermo Reyes. Allí prepararon la oferta que habrían de hacer el viernes por la mañana a Coalición Canaria en una reunión en la que participaron Mari Carmen Castellano, Guillermo Reyes y el candidato de CC, Pablo Rodríguez. Castellano y Reyes aseguraron a Rodríguez que en el pacto entraría también Más por Telde, pero la sorpresa saltó cuando los presentes comenzaron a hablar del reparto de las áreas sin la presencia de ese cuarto socio, que ni estaba ni se le esperaba sencillamente porque no había sido convocado. Alguien los telefoneó en ese momento, pero la respuesta al otro lado del aparato no podía ser más elocuente: “No estaremos jamás en un pacto en el que esté Guillermo Reyes”. Por lo tanto, CC se metía en la boca del lobo mediante un acuerdo con los dos partidos más corruptos de la historia de la ciudad y con los concejales exactos para garantizar una mayoría absoluta, catorce. Pero ya era tarde para reconducirlo todo porque Paco Valido ya había filtrado la reunión a uno de los medios afines a la operación, propiedad de un aspirante a ser director de gobierno, Chano Henríquez. De ahí que el viernes todo el mundo diera por hecho un pacto que aún este lunes sigue estando en el aire.