No se habrán olvidado ustedes de aquella sabrosa anécdota protagonizada por el entonces concejal Fernando Martín Monckemoller (PP) cuando lo paró un policía local mientras hablaba por teléfono a la vez que conducía su coche. Él se dio a conocer y pidió al agente que llamara a sus superiores, lo que significó gran pastuño que se le volvió en contra. Más o menos como cuando Bravo de Laguna dijo en London que él era quien era y por poco le largan un pijama a rayas. Pues bien, de los patinazos ajenos aprende el político, como es el caso de Rafael Medina Jáber, concejal de CC-Compromiso, que fue mandado a parar por un agente por una infracción menor. En lugar de protestar o tratar de reconducir la situación haciendo valer su condición de concejal, el hombre tuvo unos reflejos magníficos, y además de no poner un sólo reparo a que le multaran, exclamó: “Los del Ayuntamiento debemos dar ejemplo, tenemos que respetar las reglas”. “¿Cómo dice que dijo?”; “sí hombre, soy concejal”; “¿concejal?, ¿de qué?”; “de Coalición”; “ande, ande, continúe, y a ver si ganamos las elecciones”.