Si alguna vez existió unión en el consejo de administración de la UD Las Palmas, ya podemos decirles que se acabó como las papas de un paquete (de ídem). Por mucho que nieguen que Nico Frutos no jugó el San Ginés por otros problemas, lo cierto es que el representante del jugador se plantó y pidió avales que garanticen el cobro de lo pactado por el pase a la UD. Y ése es un tema que se trató con ardor en la reunión del consejo de la noche del miércoles. Ni Ricardo Ríos, ni Rafael León estaban por la labor de avalar y fueron otros los consejeros encargados de hacerlo. La cuestión tiene la primera lectura del peligroso precedente que se sienta; a partir de ahora, todo el que llegue va a exigir lo mismo. Pero hay más y más grave y es la división que este hecho ha generado en el seno mismo del consejo, con consejeros que ya dicen en alta voz que no puede ser presidente de un club alguien incapaz de participar en un aval de no mucha cuantía y que sólo puede atender al club cuando termina su jornada laboral. Y desde fuera, quien puso a los que están, ve cada día más cerca el golpe de timón que le llevara de nuevo p?adentro.