Se acerca el partido entre el Universidad y la UD y la cosa se calienta por momentos. Consecuencias de la cabildada soriana, como se le conoce. Pueden leer en la sección de Deportes que las peñas no se achican ante lo que opine el presidente -juez y parte- del Universidad, Francisco José Gómez Cáceres, sobre su decisión de no acudir al nuevo estadio el domingo y hacer un llamamiento, a todo hijo de vecino amarillo, para que secunde la protesta popular. Los grupos van más lejos y quieren una pantalla gigante en la “vetusta e histórica” grada Naciente del viejo recinto de Ciudad Jardín. El Insular de todos nosotros, claro -¡ay, ese olor a jarea y risa!-. Pero las peñas están dolidas. Este martes le tocó el turno a un ex amarillo, Julio Suárez, ahora secretario técnico de los amores sorianos, decir en público -Cadena Ser mediante-, en referencia a García Navarro, que “quien dice eso es un impresentable”, que el lunes él no desautorizó el llamamiento de las peñas, sino que declaró que se pondrá al frente de la protesta contra el Cabildo y no acudirá al estadio de Gran Canaria como visitante. Pero no se corten, que hay más...