El 12 de julio se realizó ese segundo informe de lo que cabe colegirse que las cuestiones de la calidad del agua cambian muy de repente. Tanto, que proponemos un muestreo diario y la convocatoria de oposiciones a la mayor brevedad para la contratación de personal dedicado en exclusiva a arriar e izar la banderita de marras. Pero el caso omiso que se hace a los informes de Salud Pública ha generado cierto revuelo y sospechas. Un lector se preguntaba este jueves para qué sirve lo de la bandera si cuando las condiciones indican que hay que arriarla, lo único que ocurre es que comienza un cruce de acusaciones que no hace más que aportar ruido a la información que deben tener los ciudadanos sobre la calidad del agua en que se bañan. Otro, que está por el pleito, nos hacía llegar una misiva en la que acusaba a Tenerife de lanzar un misil contra Las Canteras toda vez que en Las Teresitas no tienen la bandera azul. Mejor al último comentario hacemos oídos sordos porque de lo contrario tendríamos que empezar a preguntarnos ¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos? y ¿en manos de quién estamos?