Anda el patio del PP tinerfeño muy revuelto. Las muy naturales y legítimas aspiraciones por ocupar los primeros puestos en todas las listas ha provocado que más de uno, y de una, anden largando comentarios y juramentos más propios de una larga noche desenfrenada en una tasca que de un debate orgánico bien organizadito. Las filtraciones por lo sucedido en las listas del PP en han sacado de quicio a unos cuantos dirigentes. Al final, se impuso la lista de Soria, no la lista de Tavío, y encabeza la plancha (la que se van a dar si siguen por esos derroteros) Rafael Becerra. Cristina Tavío, presidenta insular del PP, desautorizada por el césar maximus, mal asunto para el día después. Ahora, cinco personas incluidas en la lista de Becerra a amenazan con abandonar, siguiendo los pasos de Juan Martínez Torvisco, otro ninguneado, y de Claudio García, ex presidente del comité local lagunero, que reconoce que en el PP lagunero “hay una crisis” y acusa a Becerra de “traidor” al PP tinerfeño. Tavío sale muy mal parada y aunque algunos de sus compañeros aseguran que anunció su dimisión si Soria imponía a Becerra, al final ha dicho que nunca lo dijo, te lo juro por Snoopy.