Efectivamente, la gerente de Promotur, la lanzaroteña Yolanda Perdomo, hace valer cada día con más autoridad los poderes que le ha conferido el líder, José Manuel Soria. Ha empezado por imponer su estilo en el seno de Promotur, donde se siguen produciendo despidos cada día más sospechosos, por no calificarlos directamente de sectarios y, en algunos casos, destinados a colocar a la familia de altos cargos del departamento. En Promotur todo el mundo tiene miedo a quedarse corto o a pasarse por temor a un fulminante despido, aunque después los tribunales acaben por declararlos nulos: no importa, se readmite al trabajador y al día siguiente se le vuelve a despedir. Y hay casos que lo acreditan. Un correo electrónico de Estefanía Morán criticando la caótica organización informativa de la consejería y particularmente el modo de establecerse por su cuenta Promotur, fue el detonante de la destitución de la jefa de prensa de la Consejería de Turismo.