Pero además de armar un expediente desde el inicio, el Cabildo de Gran Canaria ha tenido que poner en marcha los trámites para dotar al Parador de Tejeda de la correspondiente documentación hotelera. Para ello hubo incluso que buscar quién tenía en su poder la licencia hotelera original, promover un expediente ante el Gobierno de Canarias y esperar a que en marzo pasado el silencio administrativo permitiera a los funcionarios insulares hacerse con el control de la situación. El PP, en su afán por el corte de la cinta y la foto, entregó la obra a Paradores Nacionales sin que estuviera terminada. Hace tan sólo unas semanas se acabaron los trabajos para cumplir con las medidas de seguridad anti-incendios, algo vital para una instalación hotelera cualquiera. Y se espera que en cuestión de veinte días pueda abrirse al público.