Mientras Rita Martín se afana por congratularse con la prensa neocon y con su jefe, en otros destinos competitivos como Baleares hacen sus deberes de manera ejemplar y envidiable. Desde el pasado sábado, una expedición del Gobierno balear, con su presidente a la cabeza, trabaja en Manchester la promoción turística de ese Archipiélago (Manchester descubre Balears), y por lo que cuentan las crónicas periodísticas, aquello se parece como un huevo a una castaña al estrepitoso fracaso que cosechó nuestra Rita en aquel engendro llamado los Estadios de la Felicidad, que nos costaron a todos los canarios un ojo de la cara y la yema del otro. Lean las declaraciones del presidente Antich sobre la cooperación de Tourespaña y de los consejos insulares (los cabildos de allí), la presencia en los actos de la alcaldesa de Manchester y cómo la iniciativa ha tomado el centro mismo de la ciudad para convertirla en una ineludible fiesta. Cualquier parecido con la del Aserejé es pura coincidencia.