Dicen los que de esto saben un rato largo que cada vez que ha habido un hito importante en este escándalo de Tebeto aparece alguien del Gobierno dejándose ganar. Es decir, dejando que pierda el interés general. Si nadie exigió a Cabo Verde que cumpliera con la ley, si alguien le dio un soplo en el momento procesal oportuno, si nadie recurrió las sentencias favorables a sus intereses y si finalmente Luis Soria le otorgó una autorización minera (2004) contraviniendo lo dispuesto en el Plan Insular de Fuerteventura (2001), estamos ante una sucesión de negligencias que conducirían a pensar que hasta mucho ha durado esta nacionalidad en pie. Sumen a tanto desaguisado el hecho nada baladí de que alguien olvidara adjuntar al expediente que se mandó al TSJC el demoledor informe del Consejo Consultivo que negaba la razón al ciudadano demandante. Y piensen lo peor. Acertarán, sin duda.