Javier Bueno es procurador de los tribunales y por eso seguramente sabe el daño que la nueva ley de tasas judiciales va a propinar a los ciudadanos, a sus clientes, a su actividad. Pero siendo importante esa causa, por lo que el mismo dimisionario cuenta en su Facebook la cosa tiene una mayor profundidad: “Mis principios, valores e ideas que coinciden en gran medida con la ideología tradicional del Partido Popular pienso que se han abandonado desde hace tiempo especialmente en el ámbito nacional por las políticas que está llevando el Presidente Mariano Rajoy”. Efectivamente, todos los que conocen a Javier Bueno coinciden en que es un hombre fuertemente marcado por sus principios patrióticos, por su humanismo cristiano y por los valores que representa la derecha tradicional. Para que nos entendamos, sintoniza más con Jaime Mayor Oreja que con Jorge Fernández Díaz, al que también criticó por la liberación del etarra Bolinaga. Se trata, por lo tanto, de una deserción por la derecha, por las esencias más representativas del PP, lo que sumado a las decepciones que se están produciendo en los aspectos sociales, acorralan de manera grave al partido del Gobierno. Pero además, se trata de una huida voluntaria de un tipo verdaderamente comprometido con el PP tinerfeño, un dinamizador que además de haber sido presidente de Nuevas Generaciones en Tenerife, fue concejal en Santa Cruz de Tenerife entre 2007 y 2011, y en la legislatura 2003-2007, asesor de la Dirección General de Juventud del Gobierno de Canarias. Durante su gestión al frente de las juventudes conservadoras reactivó la organización y la convirtió en un órgano muy influyente dentro del PP canario.