Cuentan los cronistas palmeros (nosotros se lo hemos leído a Martín Macho, de Canarias7) que la Policía Canaria ya ha hecho su primera detención, recaída en un ciudadano al que se le ha acusado de un delito de desobediencia a la autoridad. Bueno, un delito que suele acabar en falta y multa, y que viene a ser la acción más socorrida de los agentes del orden cuando no saben muy bien qué endilgarle al ciudadano cuando se pone respondón. Me rechistas, pues te detengo por desobediencia, te meto en el calabozo y te presento ante el juez derechito como una vela. Las 48 horas no te las quita nadie, con lo que ya te he jodido las fiestas lustrales. Te puedes salvar si tienes un restaurante y puedes hacer un par de facturas. Ah, que el IGIC te lo paga el agente comercial que anda pidiendo esas papeletas, según han ralatado directores de hoteles consultados por este periódico. Muy bonitos los uniformes, por cierto.