Qué contrastes tiene la vida en un sólo día. Este miércoles nos llegaron dos informes muy llamativos, cada cual por su particular razón. Uno lo tienen en la primera página de este periódico, y se refiere a lo que opinan los técnicos de Medio Ambiente del Cabildo grancanario de la memoria ambiental del proyecto de tren en el corredor sureste de la isla. El otro se lo contamos ya mismo. Viene de la Agencia del Medio Urbano y Natural, dependiente de la Consejería de Política Territorial del Gobierno, y se trata de un expediente abierto a un parking instalado en Maspalomas por haber colocado ¡unas barandillas de acero inoxidable! Así que seguimos leyendo a ver dónde estaba la trampa, porque lo del acero no nos conejaba, y resultó que la iniciativa parte de la consideración de que los destellos de tales barandillas pudieran reflejarse sobre las dunas de Maspalomas, lo que pudiera perturbar el buen conducirse de la fauna que por allí transita. Lo siguiente, de prosperar tal sainete, será mandar un fax a las agencias de viaje del mundo mundial anunciando que a los turistas no se les permiten relojes, gafas, llaveros metálicos... y una circular prohibiendo las farolas de la vía pública, la circulación en un kilómetro a la redonda de guaguas y coches, salvo que desmonten los parabrisas, y mandando parar las olas del mar cuando haya sol.