En aquel partido histórico, Barrilete Cósmico metió un gol con la mano, como recordarán los aficionados. El tanto subió al marcador, lo que significa que fue considerado legal, aunque todo el planeta vio por televisión que se transformó gracias a una genial pirueta del astro argentino. O sea, que fue gol, pero lo metió con la mano. No es Maradona el único dios del deporte rey que alguna vez hizo trampas para ganar un partido. El relato de tramposos futboleros se haría interminable, pero permítannos que nos centremos en este personaje, sus goles y su trayectoria vital porque nos encajan perfectamente en otra estrella que un día fue de un estrellato mucho menos rutilante. Es nuestro particular Barrilete Cósmico de El Sebadal, que siempre hizo trampas, casi siempre lo descubrieron, metió goles con la mano, compró al árbitro y a los jueces de línea, cambió mil veces de equipo, pero en ninguno dejó de hacer trampas.