Rajoy ha vuelto a abandonar sus vacaciones, y esta vez en serio, para dar por iniciado el curso político. Y no ha tenido mejor idea el presidente del PP que exigir al Gobierno socialista que diga “lo que sabe” del accidente de Barajas de hace ahora una semana. El que fuera vicepresidente del Gobierno debe tener unos datos morrocotudos que demuestren que Zapatero y su Ejecutivo están hurtando a la opinión pública española informaciones vitales para entender lo ocurrido en Barajas, quizás que fue una bomba de ETA la que estalló en el avión, y de ahí esa exigencia tan solemne. Porque si de la información de la que habla Mariano Rajoy es de las causas aeronáuticas de la tragedia, le vamos a recordar unos pocos datos del accidente del Yak-42 a ver si así se convence de que lo que está pasando ahora es inevitable y lo que ocurrió durante su mandato una insultante chapuza a las familias de los muertos y a la sociedad española en su conjunto.