Otros países, como Dinamarca, aplican una política de tolerancia cero: como máximo, “una tableta de chocolate, un libro, o una botella de vino” son los ejemplos que da la Autoridad del Empleo Público, un órgano que ha redactado un código ético común para los funcionarios daneses y que incentiva a los organismos públicos a ser aún más severos cuando lo crean necesario. Dinamarca es el país menos corrupto del mundo, según el índice de percepción de la corrupción de la ONG Transparencia Internacional, que trabaja en esta materia al igual que la ONG Access Info Europe. Y en Dinamarca se pesca salmón... pero está limpio.