Dulce Xerach Pérez, la viceconsejera de Cultura y una de nuestras más destelleantes musas, no está de vacaciones. Este viernes se dejó caer al otro lado del Guiniguada para visitar el teatro que lleva ese mismo nombre, y se quedó asombrada. El teatro está en pelota viva, totalmente desnudo por dentro, como si alguien hubiera dado permiso hasta para que el personal se llevara los mármoles del suelo, una reliquia histórica que se supone sigue allí. ¿O no siguen allí los mármoles? La viceconsejera comprobó que las fotografías que mandó hacer se corresponden plenamente con la realidad, y pronto sabremos las decisiones adoptadas. Por cierto, hablando de fotos, ¿no se fía Dulce Xerach de los fotógrafos canariones para haber tenido que mandar a un asesor contratado por la consejería, Juan Parménides Pérez Sánchez, de ATI, para que acudiera al teatro en plan Colombo a retratarlo?