Mentar a Juan Francisco Rosa en Lanzarote es referirse a un poder fáctico intocable, un cacique que controla a la patronal y a políticos y medios de comunicación locales a su pleno antojo. A él se le atribuye en la isla la paternidad intelectual y empresarial (por lo tanto económica) de las mociones de censura tendentes a devolver el poder a los partidos que claramente han atentado contra el patrimonio natural conejero y contra la legalidad vigente. Propietario de algunos de los hoteles amenazados por la piqueta tras un vergonzoso rosario de sentencias judiciales más que condenatorias, Juan Francisco Rosa ha utilizado un medio de comunicación de su propiedad, Lancelot TV, para cargar contra los políticos socialistas denunciantes de la corrupción rampante en Lanzarote, y paralelamente animar a los adversarios del PSOE, con las armas económicas que le avalan, a montar las mociones de censura en el Cabildo y en el Ayuntamiento de Arrecife que servirán para que abandonen el poder los denunciantes y regresen los denunciados.